19.01.22

"You surrounded by flowers would be extremely cute."
"Okay, but how about both of us surrounded by flowers..."

ㅤ ㅤ—Follow me.

ㅤShen tiraba con ansias de la muñeca de Adora, un poco más y la terminaría arrastrando mientras avanzaba a toda prisa por su edificio hasta llegar al estacionamiento casi vacío. Se suponía que la sorpresa era para Adora pero Shen no podía evitar sentirse en las nubes. Y como era de esperarse, había pasado semanas planificando cada detalle. No se le iba nada cuando se trataba de consentir a su menor. Y era por eso que, ya a medio estacionamiento, su corazón dio brinco tras brinco cuando alcanzó a divisar (la primera parte de) su regalo justo donde lo había acomodado antes de medio secuestrar a Adora. Se preguntó si ella también podía verlo, y si estaba tan emocionada como Shen. La castaña sonreía de oreja a oreja y ahora trotaba por las afueras del lugar, escudando sus ojos del sol con ayuda de su mano libre.

ㅤUnos cuantos metros más y ambas se toparon con algo de lo que Shen solo podía sentirse orgullosa. Aunque, más que nada expectante por la reacción que su acompañante tendría. Entonces la mayor se soltó finalmente de su agarré y desencadenó cuidadosamente el primer regalo: una bicicleta nueva. El diseño era sencillo y urbano, pero la paleta de colores le daba un estética que podría describir como vintage. El azul pastel que resaltaba entre los pequeños detalles blancos reflejaba perfectamente los rayos solares que pegaban contra el metal, mientras que los tonos marrones de las ruedas, el asiento y el manillar contrastaban de forma elegante con tal brillo. La canasta que lucía en el frente también combinaba con dichos tonos, claro, pero Shen se había dado la tarea de decorarla de otra manera para la ocasión. Estaba cubierta a más no poder de flores de lavanda, claveles y hortensias que dejaban colgar algunas de sus hojitas a los costados. Tanto así que creaban una especie de refugio para los contenidos de la canasta. Había dejado allí otra parte de su regalo pues envuelta en papel se hallaba una cámara instantánea, pequeña y adorable, el estilo y los colores hacían juego con la bicicleta. A un lado, yacía también un ramo de orquídeas que al mismo tiempo acolchonaban un delgado sobre (lleno de las calcomanías más cursis que pudo encontrar) porque obviamente no iba a dejar la oportunidad de escribirle otra cartita.

ㅤShen se limpió el polvillo de sus shorts y tomó el manubrio de la bicicleta hasta empujarla a las manos de Adora. Los ojos le brillaban y las mejillas le dolían. De pronto se puso un poco nerviosa.

ㅤ—Happy birthday, honey. This is for you to keep, I hope you like it —suspiró antes de depositar un besito en los labios ajenos —I love you...

ㅤSi antes estaba en las nubes ahora no sabía dónde. Juraba que el pecho iba a estallarle en cualquier momento del puro amor que tenía por la muchacha frente a sí. Nada le hacía más feliz que pasar un día tan especial a su lado, solo podía esperar que ella se sintiera aunque sea un poquito igual. Y realmente esperaba que la sorpresa fuera suficiente para que Adora disfrutase y recordase aquel día por mucho tiempo, era todo lo que deseaba, todo lo que podía hacer cuando sabía que lo mínimo que realmente merecía era el mundo entero. Le adoraba tanto, pero tanto, que en ese instante tuvo que luchar contra las ganas de solo soltarse a sollozar y lanzarse a sus brazos para quedarse entre los mismos hasta que se pusiera el sol y volviera a amanecer. Pero aún faltaba más, podría acurrucarla y consentirla y besuquearla y decirle lo mucho que la quería una vez que llegasen a su verdadero destino.

ㅤRecobrando su compostura, caminó un par de lugares más para ahora desencadenar su propia bicicleta, claro que estaba un poco más desgastada pero también le había bordeado la canasta con algunas florecitas con tal de que no desentonara tanto. En dicha cargaba con dos cajas de bento envueltas en un amplio mantel. Ambas acomodaban en su interior raciones de rollitos de arroz con verduras y atún, omelette con algas y jamón, otra variedad de vegetales en ensalada, y para terminar, Taiyaki de crema dulce. Junto a ellos, un contenedor con refresco de fresa y kiwi. Todo personalmente preparado y empacado esa misma mañana. Shen se montó en el asiento y volteó la cabeza para sonreírle a la otra chica, indicándole con sus gestos que tendría que estrenarla ahora mismo.

ㅤ—Don't worry, love, it's ready to use. Follow me again? Hope you're down for another picnic. —dijo al guiñarle el ojo.

Y entonces, una vez estuvo todo listo, se puso en marcha esperando a que Adora la siguiera de cerca. Debió de hacer un esfuerzo mayor para no ponerse a pedalear como si estuviese en una carrera por las ganas que ya tenía de llegar y que se le fueran las horas junto a ella. Afortunadamente logró guiarle con calma por el camino que se había pasando estudiando y memorizando desde hace días. También tuvo que agradecer la tranquilidad que albergaban las calles, el recorrido era tan sero que se podía dar la libertad de girarse a ratos para ver a Adora. Solo para mirarle y ya, pues tenía la certeza de que no iba a apartarse de ella durante el resto trayecto.

ㅤFue cuestión de minutos que a la mayor le parecieron siglos para que lentamente apareciera frente a ellas un jardín gigantesco, interminable. Se extendía en hileras de todos los tipos de flores, minuciosamente plantadas y cuidadas para asemejar un arcoíris. Shen ni siquiera podría nombrarlas todas. Los colores que bailaban al viento se veían tan suaves pero a la vez tan brillantes. El rocío de la mañana y la calidez que derramaba el sol le daba vida al panorama que por si mismo ya parecía de otro mundo. Y quizá únicamente era la hora del día, la emoción, o el estar en tan buena compañía pero no recordaba que el paisaje fuese así de sobrecogedor las veces que lo exploró por su cuenta en preparación para hoy. No se podía imaginar como se vería de cerca. Y no fue hasta arribar al arco de la entrada de aquel imponente campo que Shen aminoró la velocidad dispuesta a que discutieran y encontraran juntas un lugar donde asentarse, quedando así hombro a hombro con su cita.

ㅤEntonces, la mente se le puso en blanco y olvidó lo que diría. Las mariposas en su estómago hicieron una fiesta que llegó hasta el latido de su corazón, el color de sus mejillas y el aire que exhaló de un suspiro. Shen sonrió una vez más sin poder impedirlo. Tanto encanto que la naturaleza le presentaba a sus alrededores y todavía así era ella lo más precioso, era Adora lo único que sus ojos querían ver.

생일 축하해

to the one i love.